Mesotelioma pleural

El mesotelioma es un cáncer que afecta la membrana de varios órganos. El mesotelioma pleural, también llamado mesotelioma pleural maligno o MPM, se encuentra en la membrana entre los pulmones y la pared torácica, llamada pleura. El asbesto es el único factor de riesgo conocido de este cáncer. Sin tratamiento, la esperanza de vida promedio del mesotelioma pleural es de seis meses tras el diagnóstico. La cirugía, la quimioterapia, la radioterapia y otros tratamientos pueden prolongar la esperanza de vida de forma limitada.

El mesotelioma pleural, también conocido como mesotelioma pleural maligno o MPM, es un tipo de cáncer relativamente raro y agresivo. Se forma en una membrana llamada pleura, situada entre los pulmones y la pared torácica. La exposición al asbesto es el único factor de riesgo conocido de esta enfermedad. La esperanza de vida tras el diagnóstico suele ser menor de dos años y la supervivencia a largo plazo es poco frecuente, aunque la comunidad médica espera que los tratamientos emergentes logren mejores resultados.

Factores de riesgo del mesotelioma pleural

La exposición al asbesto es el único factor de riesgo conocido del mesotelioma pleural maligno. Este es un mineral que se utilizó comúnmente durante muchos años en diversas industrias y aplicaciones militares porque es extremadamente estable y muy resistente al calor. Más del 80 % de los pacientes con mesotelioma tienen antecedentes conocidos de exposición al asbesto.

Cuando una persona inhala pequeñas partículas de asbesto, éstas se incrustan en los pulmones. Después, las diminutas partículas pueden migrar a través del tejido pulmonar hasta la pleura más cercana. La presencia de asbesto provoca una fuerte respuesta inflamatoria. Cómo es demasiado resistente para descomponerse, esta reacción permanece durante años.

Con el tiempo, esta inflamación puede causar cicatrices en los pulmones, lo que se conoce como asbestosis. También puede causar daños en el ADN de las células, lo que a la larga puede provocar cáncer. El mesotelioma puede tardar entre 20 y 40 años o más en desarrollarse. Aunque la exposición al asbesto está más fuertemente asociada al desarrollo del mesotelioma, también aumenta el riesgo de otros tipos de cáncer, incluido el cáncer de pulmón, que se forma en el tejido pulmonar y no en la pleura que rodea los pulmones.

Las personas que trabajaron en determinadas industrias en las que históricamente era común el uso del asbesto corren el mayor riesgo de padecer mesotelioma pleural maligno.

Desafortunadamente, las empresas no siempre optaron por proporcionar a sus trabajadores la protección adecuada, incluso después de que se conocieran los peligros del asbesto. Algunas de los sectores con mayor riesgo son:

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trabajadores ferroviarios

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constructores navales

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trabajadores del metal

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trabajadores industriales

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veteranos militares

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bomberos

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trabajadores de la construcción

Además, las familias de los trabajadores también pueden estar en peligro. Las fibras de asbesto pueden viajar por la ropa, la piel y el pelo del trabajador hasta llegar al hogar y ser inhaladas por los miembros de la familia.

En la actualidad, el uso del asbesto está muy regulado en Estados Unidos, por lo que la incidencia del mesotelioma pleural maligno ha disminuido. Sin embargo, algunas personas se sorprenden al saber que el asbesto no está completamente prohibido en Estados Unidos y que aún se importa.

Síntomas del mesotelioma pleural maligno

Las personas con mesotelioma pleural pueden experimentar diversos síntomas, entre los que se incluyen:

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Existen otras enfermedades que pueden provocar síntomas similares, como la neumonía y otras infecciones pulmonares, EPOC (enfisema), asma y cáncer de pulmón. Todas ellas son más comunes que el mesotelioma, lo que dificulta el diagnóstico de esta enfermedad.

Diagnóstico del mesotelioma pleural

Cuando un paciente presenta síntomas y visita a su médico por primera vez, éste considerará las posibles causas. A menudo, uno de los primeros pasos en el diagnóstico es una radiografía de tórax. Si el paciente tiene un mesotelioma pleural, éste puede mostrar el tumor, o puede mostrar una zona de engrosamiento pleural o un derrame pleural, es decir, una acumulación de líquido alrededor de los pulmones. Sin embargo, el tipo específico de tumor no será evidente en la radiografía.

Después, se realizan estudios de imagen adicionales, como una tomografía computarizada (TC). Un TAC es más detallado que una radiografía y puede mostrar la localización precisa del tumor. En algunos casos, también se llevan a cabo otros estudios de imagen, como una resonancia magnética o una tomografía por emisión de positrones, para localizar el cáncer y determinar hasta dónde se ha extendido.

El diagnóstico definitivo del mesotelioma pleural solo puede determinarse mediante una biopsia, que consiste en extraer un pequeño trozo del tumor. La muestra se envía a un patólogo, quien observa las células bajo el microscopio y las analiza para determinar si son células cancerosas y, en caso afirmativo, de qué tipo.

En el caso de los pacientes con mesotelioma pleural maligno, existen diferentes formas de obtener una muestra de biopsia.

A veces se utilizan análisis de sangre conocidos como inmunoquímicos para confirmar el diagnóstico. Estas pruebas buscan proteínas particulares en la sangre para distinguir los distintos tipos de cáncer entre sí.

Tipos de células del mesotelioma pleural

La histología o tipo celular del mesotelioma es un factor importante de pronóstico y marca una diferencia significativa en las opciones de tratamiento del paciente. Los tres tipos celulares son:

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Fase del mesotelioma pleural maligno

El estadio de un cáncer se refiere a lo avanzada que está la enfermedad y se clasifica con un número del uno al cuatro. Para determinar el estadio del mesotelioma pleural maligno existe un sistema oficial, denominado sistema de estadificación TNM.

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FASE-1

El mesotelioma se localiza en la pleura.

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FASE-2

El mesotelioma ha crecido hacia órganos adyacentes y/o se ha extendido a los ganglios linfáticos locales.

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FASE-3

El mesotelioma ha crecido en tejidos adicionales y/o se ha extendido a ganglios linfáticos más distantes.

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FASE-4

El mesotelioma se ha extendido a órganos distantes.

Desafortunadamente, muchos casos de mesotelioma pleural se diagnostican en sus últimas fases. Esto se debe a que el cáncer es bastante agresivo, y el diagnóstico supone un reto.

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Esperanza de vida del mesotelioma pleural

Lamentablemente, la remisión a largo plazo del mesotelioma pleural maligno es poco frecuente y, en general, se considera un cáncer incurable. Los tratamientos pueden prolongar la vida de una persona, pero es poco probable que eliminen el cáncer por completo. Se espera que los nuevos tratamientos logren un mejor pronóstico.

Para la mayoría de los pacientes, la esperanza de vida del mesotelioma pleural maligno no es alta. Sin ningún tratamiento, un paciente con mesotelioma pleural puede esperar vivir un promedio de seis meses tras el diagnóstico.

Aunque el tratamiento puede prolongar este tiempo, la esperanza de vida es limitada. Los estudios demuestran unas tasas promedio de supervivencia de unos 15 a 22 meses, dependiendo del estadio del cáncer en el momento del diagnóstico. Solo el 12% de los pacientes con mesotelioma pleural maligno sobreviven cinco años.

Tratamiento del mesotelioma pleural

El plan de tratamiento de un paciente con mesotelioma pleural maligno depende de factores como el estadio y el tipo de célula. La mayoría de los pacientes reciben una terapia multimodal, lo que significa el uso de múltiples tipos de tratamientos.

En el tratamiento del mesotelioma pleural maligno suelen participar especialistas de diversos campos, como la oncología médica, la cirugía torácica y la oncología radioterápica. Muchos pacientes con mesotelioma pleural reciben tratamiento en un centro oncológico para tener acceso a todos los cuidados que necesitan.

En las primeras fases, los médicos pueden utilizar un tratamiento agresivo para intentar eliminar el cáncer. En etapas posteriores, el tratamiento suele centrarse en los cuidados paliativos, cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida más que la longevidad.

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Cirugía para el mesotelioma pleural

Algunos pacientes pueden someterse a una resección, que es una cirugía destinada a extirpar la mayor cantidad posible de cáncer. Por lo general, ésta es una opción solo para pacientes con tumores epitelioides o bifásicos encontrados en estadios tempranos.

Las opciones quirúrgicas incluyen:

Se trata de un procedimiento quirúrgico invasivo. En ella, el cirujano torácico extirpa la pleura y el pulmón del lado afectado, junto con los tejidos adyacentes. La neumonectomía extrapleural es un procedimiento de alto riesgo con unos efectos secundarios importantes.

Se trata de un procedimiento un poco menos invasivo. El cirujano extirpa la pleura del lado afectado, junto con cualquier posible tumor. La pleurectomía/decorticación conlleva un riesgo menor que la neumonectomía extrapleural, y algunos estudios han demostrado que es igual de eficaz para mejorar la supervivencia de los pacientes, aunque se necesita más investigación.

También existen procedimientos quirúrgicos utilizados específicamente para los cuidados paliativos. Por ejemplo, la acumulación de líquido de un derrame pleural dificulta la respiración. Esto puede aliviarse mediante la toracocentesis, un procedimiento en el que un médico introduce un tubo a través de la pared torácica y drena el exceso de líquido.

La pleurodesis es un procedimiento que une las dos capas de la pleura para evitar la acumulación de líquido. Este procedimiento puede ayudar a quienes sufren derrames pleurales repetidos.

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Quimioterapia

Muchos pacientes que padecen mesotelioma pleural reciben quimioterapia por vía intravenosa. Este método suministra la medicación a todo el cuerpo, lo que puede ayudar a destruir cualquier célula cancerosa que haya emigrado lejos del tumor original. En la mayoría de los casos, la quimioterapia consiste en una combinación de pemetrexed con cisplatino o carboplatino. Los estudios han demostrado que la quimioterapia puede aumentar la supervivencia de forma considerable, aunque produce efectos secundarios importantes.

Otro método es la quimioterapia intratorácica calentada. Este método es similar al tratamiento «Sugarbaker», que se ha utilizado con éxito para el mesotelioma peritoneal, que se encuentra en el abdomen, durante años.

Primero, el cirujano torácico extirpa la mayor parte posible del cáncer. A continuación, se administra una solución calentada de fármacos quimioterápicos, normalmente cisplatino, en la cavidad torácica, se deja durante un tiempo y después se lava. De este modo, los fármacos quimioterápicos se administran directamente en los lugares donde es más probable que se encuentren las células cancerosas. De este modo, se reduce la probabilidad y la gravedad de los efectos secundarios.

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Radioterapia

A menudo, la radioterapia se administra después de la cirugía para minimizar la posibilidad de que el tumor vuelva a crecer. La más utilizada es la radioterapia externa. Múltiples rayos de radiación de menor intensidad se dirigen al tumor desde diferentes ángulos. Estos se cruzan en el lugar del tumor, administrando una dosis más alta de radiación a esa zona. Las zonas circundantes reciben menos radiación, lo que ayuda a reducir los efectos secundarios.

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Inmunoterapia

La inmunoterapia es la opción de tratamiento más novedosa para el mesotelioma pleural. El tratamiento estimula el sistema inmunitario del paciente, lo que consigue que destruya las células cancerosas. En la actualidad, la FDA ha aprobado dos formas de inmunoterapia para el tratamiento del mesotelioma pleural maligno y hay más en fase de desarrollo.

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Ensayos clínicos para el mesotelioma pleural

Aunque el mesotelioma pleural maligno se considera incurable actualmente, los investigadores están trabajando para descubrir nuevas formas de tratar esta enfermedad. Las opciones de tratamiento emergentes incluyen la terapia génica, la terapia fotodinámica y nuevas formas de inmunoterapia.

Algunos pacientes con mesotelioma pleural deciden participar en ensayos clínicos. Estos son estudios de investigación de nuevos tratamientos. La mayor ventaja de participar es la posibilidad de acceder a un tratamiento de vanguardia que podría prolongar su vida.

Sin embargo, es importante tener en cuenta las desventajas. Los estudios de investigación sobre el cáncer suelen incluir un grupo de control, por lo que es posible que usted no reciba el tratamiento experimental. Tampoco se garantiza que el nuevo tratamiento funcione mejor que los tratamientos existentes.

Si está considerando esta opción, el Instituto Nacional Contra el Cáncer dispone de una útil base de datos en la que puede buscar ensayos clínicos para el mesotelioma pleural. Para poder participar en un ensayo, a menudo los pacientes deben cumplir ciertos criterios, como encontrarse en un estadio determinado. Le recomendamos que hable de los ensayos clínicos con su oncólogo, quien puede ayudarle a sopesar los riesgos y beneficios y determinar para qué ensayos reúne los requisitos.

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